Hoy: Lun, marzo 17 2025

Proponer y trabajar en lo ‘no obvio’

Comienza a calentarse la política en el país a menos de un año de la contienda electoral para elegir Presidente y Congreso de la Republica, y a menos de 3 años de la elección de alcaldes y gobernadores, ya comienzan a escucharse las propuestas de campañas, las cuales no tienen nada de nuevo, y se enmarcan en lo obvio, en lo que por lógica debe hacer cualquier gobernante que desee servirle al país.

Extensos tratados sobre cómo actuar frente a temas como la salud, la educación, el transporte, el medio ambiente, y bla bla bla. Nada nuevo, lo mismo de siempre, que tenemos que hacer, que esto será lo que haremos, que somos la mejor opción, etc., etc., etc.

Veamos algunas de las propuestas que no faltan en campaña.

En seguridad. Aumentar el pie de fuerza, instalar más cámaras, comprar motos y patrullas, controlar la migración, pedir visa, etc. ¿Hay aquí  algo nuevo de lo obvio que tiene que hacer un buen gobernante?

En educación. Mejorar las instalaciones educativas, más balones, tableros acrílicos en vez de tableros de tiza, pavimentar una u otra cancha, hacer algunas escuelas más, pinturita aquí y allá, ¿algo nuevo?

En movilidad y transporte se habla de: organizar las rutas, coordinar con los empresarios del transporte la mejora de la flota, chatarrizar los buses viejos, pintar los buses del color del partido político, arreglar los semáforos que no sirven, etc. Simplemente pura basura, propuestas de fondo, ninguna.

En medio ambiente, controlar la tala indiscriminada; no sé hace cuánto vengo oyendo sobre esto, sembrar arbolitos, cuidar las cuencas de los ríos, no usar aerosoles, fuera las bolsas de plástico; lo cual a la fecha es una política fracasada. Aquí tampoco nada nuevo. Más basura.

En el tema de las vías están algunas de las propuestas más graciosas e incumplidas que oímos siempre. Pavimentar “x” o “y” calle de barrio, el frente de la casa de la señora líder del barrio que pone 1.000 votos, tapar 200 huecos; identificar algunos reductores de velocidad, pintar las cebras, y otras iniciativas, por supuesto, menores.

No mencionemos otros sectores, para no extendernos mucho en esta columna, pero ¿acaso leen aquí una propuesta que le vaya a cambiar la cara al país o a una ciudad? Algo que nos lance, en el caso del gobierno nacional, fuera de la pobreza y situación actual del país y en el caso de los gobiernos locales; en donde las propuestas son más pobres aún, a un giro total que cambie los indicadores negativos del territorio. No. Aquí no hay nada nuevo, lo que mencionamos es lo mínimo que un gobernante debe hacer por sus electores, aspectos que ni siquiera deberían mencionarse por ser totalmente banales. Sin embargo, estas promesas son las que nos venden y para que nos cumplan esas promesas, es que votamos. Lo más lamentable es que los politiqueros ni siquiera tienen la capacidad de cumplir estas trivialidades.

En dónde  está  lo disruptivo de estas propuestas, dónde está el impacto sobre la comunidad, sobre la ciudad o sobre el país. En dónde está el cambio.

¿Es que acaso, pensar diferente es solo para extraterrestres, o para mentes de países subdesarrollados? Mientras se siga pensando, en el caso de los cucuteños, en el costo de la gasolina, los venezolanos, el precio del Bolívar, la cervecita, o la mamadera de gallo, los politiqueros encontrarán en nosotros una gran manada de borreguitos que hacen solo lo que ellos quieren, porque han castrado el pensamiento y retirado las oportunidades y esperanza de la comunidad, que cree que estos politiqueros son héroes, cuando la verdad son solo personajes despreciables que se aprovechan de la ignorancia del pueblo.

En 1990 el Sheid Rashid, dirigente de los Emiratos Árabes unidos, ordenó que Dubái se convirtiera en un polo de turismo que atrajera visitantes de todo el mundo. Solo contaba con miles de km2 de arena, un calor insoportable, tormentas de arena desastrosas y nada más. Está bien, y mucho dinero. Pero se atrevió a pensar diferente, hizo realidad su sueño, a toda costa, y hoy Dubái es la meca del turismo a nivel mundial. La arena se transformó en oro y ahora todos deseamos unas vacaciones en Dubái.

Pero pensarán algunos que me volví loco, que esto es solo para personas con dinero como los árabes, está bien, sigamos pensando así. Es decisión de cada uno de nosotros cómo maneja sus destinos. Sigamos mirando el punto negro en el lienzo blanco, de allí no saldremos y las oportunidades se seguirán escapando.

Ya sabemos que debemos trabajar más si queremos mejorar nuestra condición económica. Que debemos estudiar más, si queremos ser mejores profesionales en el futuro. Y que debemos votar mejor, si queremos un verdadero cambio. No hace falta que alguien nos lo diga.

Necesitamos que nos digan lo ‘no obvio’ porque lo obvio ya lo sabemos.

Cierro esta columna con algunas frases célebres de Walt Disney;

“Piensa, Sueña, Cree y Atrévete”. “Si tienes un sueño y crees en él, corres el riesgo de que se convierta en realidad”. “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te llevará a donde quieres llegar mañana”. “No duermas para descansar, duerme para soñar”.

Arq. Gerson Duplat

Arquitecto. Diseñador. Consultor en Bioclimática.
Ambientalista. Escritor y Conferencista.
info@bioclimatica.com.co
Whatsapp +57 320 860 4856
Facebook: @CucutaCiudadIdeal
Twitter: @ArqGersonDuplat

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