Hoy: Sáb, noviembre 15 2025

¿QUIEN TIENE LA CULPA? “Medidas no tan medidas”

Hace unos días se generó una polémica en la Ciudad de Cúcuta por una nueva disposición de “pico y placa” para vehículos particulares; la cual hizo evidente el descontento ciudadano, el rechazo colectivo y el inconformismo de miles de habitantes que sentían impotencia y rabia por una noticia que ninguno esperaba, siendo lo anterior aprovechado por algunos sectores políticos para generar adeptos a sus causas con su tajante oposición a la medida.

 

Por lo general, cuando ocurren este tipo de situaciones, corremos a buscar culpables para acudir de manera masiva por medio de plataformas digitales, medios escritos y el histórico “voz a voz” a atacar a quienes creemos deben responder y ser castigados socialmente, sin ningún tipo de filtro o medida que nos permita comprender la verdadera razón de la información, impidiendo también conocer realmente si éstas (medidas) ya se encuentran o no en firme, y si son obligatorias o por el contrario aún están en estudio para su socialización.

 

Esta vez no fue la excepción; aquel día, nos hacíamos varias de las siguientes preguntas; ¿fue el Alcalde?, ¿sería el secretario de tránsito?, ¿quizás ese director del Área Metropolitana? O tal vez todos los anteriores, quienes dijeron que ya era una medida obligatoria.

 

Cuando comenzamos a comprender un poco más la noticia, fue evidente que así como todos los ciudadanos estábamos aturdidos y confundidos con más preguntas que respuestas, la misma administración se volcó a aclarar rápidamente la información evidenciando que si hubo algún tipo de fallas en la manera como se manejó y transmitió tan sensible comunicación, errores que considero, no se le puede endilgar a los medios de comunicación sino a la raíz de la noticia.

 

Finalmente, la realidad del asunto es que todo surgió por un estudio que se realizó de manera técnica denominado; “Plan maestro de movilidad”, el cual sugirió dicha medida como parte de la solución a esta problemática en los sectores con mayor concentración de tráfico en la Ciudad. Pero no olvidemos la importancia de encontrar los verdaderos culpables de la disposición de una medida que finalmente no ha sido implementada y por lo que ha sido ampliamente conocido, no se materializará por lo menos en este periodo de gobierno que culmina en el presente año.

 

Para encontrar parte del problema que afecta la movilidad basta con salir y transitar algunas vías principales del área metropolitana, desde primeras horas del día o en horas pico; pasar después de las 5:30 am por sectores donde los padres de familia dejan a sus hijos en los colegios respectivos es un completo calvario, las escenas son repetitivas; motos, carros, taxis y busetas de transporte escolar parqueadas con sus luces y motores prendidos en todos los carriles sin importar que quienes requieren de un tránsito fluido puedan pasar, con amplia paciencia llevan a sus pequeños a las puertas de las instituciones escolares respectivas, situación que se repite en los horarios de salida.

 

Sin embargo durante todo el día no hay excepción al caos, en la zona céntrica y varios sectores aledaños se dejan carros y motos por doquier en cualquier lugar por tiempo indefinido sin importar que existan parqueaderos cercanos para evitar que una vía de dos carriles sufra la invasión de uno de ellos, nuestros amigos del transporte público frenan para recoger y dejar a sus pasajeros en cualquier lugar, cuando desean aceleran o disminuyen la velocidad de manera abrupta de acuerdo con el tiempo que tengan para marcar sus planillas respectivas en algunas busetas que fácilmente dejaron de ser seguras hace varios años.

 

Sin embargo, la movilidad no solo depende de los vehículos, también pasa por el estado de la malla vial, la cual se encuentra desde hace varios años en constante deterioro, siendo múltiples los inconvenientes que sufrimos quienes transitamos por las vías a diario quejándonos de la insuficiente inversión de las administraciones de turno (porque a decir verdad es un problema que siempre ha acompañado a la ciudad), pero finalmente tampoco podemos desconocer que la invasión al espacio público ha aumentado sin control, en algunos sectores del centro ya hay pasos muy restringidos para los peatones y vehículos, la disposición de andenes y calles ha ido creciendo con el pasar de los años originando traumatismos viales e inseguridad.

 

Hay que reconocer que todos debemos aportarle a la movilidad local, ninguno de nosotros es el dueño de la verdad y menos del espacio público, en este mundo de intolerancia debemos promover una cultura vial que permita mayor fluidez, pensando siempre en dar lo mejor de cada uno de nosotros para que esta bella Ciudad sea cada día un mejor lugar para vivir, por su parte a la fecha el “Pico y placa” no va, y hay que entender que no todas las medidas restrictivas son eficaces o son la única solución a las problemáticas, es menester seguir avanzando por el camino de la concertación y el interés general sin importar las diferencias de tipo social y político que cada quien tenga todos cabemos en una Cúcuta que requiere de grandes aportes y transformaciones, siendo cada uno de nosotros estar del lado de la solución o del problema.

SANTIAGO BURBANO RODRÍGUEZ Abogado, asesor y consultor.

Abogado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, especialista en gestión pública, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, magister en Administración de Organizaciones. Consultor en políticas públicas para entes territoriales, docente universitario, asesor en formulación y ejecución de proyectos sociales por más de 15 años.

2 comentarios en “¿QUIEN TIENE LA CULPA? “Medidas no tan medidas””

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