La transformación digital de las empresas y negocios en el mundo se aceleró en el último año, a causa de la pandemia, y forzó a muchas empresas a generar nuevas estrategias de comercialización y cambios en sus industrias. Pero la velocidad no es la misma en cada país de América Latina y esto es determinante en sus economías.
El teletrabajo, el auge del comercio electrónico, el surgimiento de apps que facilitan a los consumidores el acceso a productos y servicios; así como el pago online, a través de la actividad bancaria en línea y productos de dinero a la mano (teléfonos inteligentes), fueron tendencia durante el 2020.
Según el informe de Transformación Digital en América Latina 2020 de la firma de capital de riesgo Atlántico, se avizoran grandes oportunidades para el crecimiento de nuestra economía en comparación con otras regiones del planeta. Ahora bien, son México, Colombia y Brasil los países con mayor protagonismo en la economía digital.
Sin embargo, si bien Colombia tiene un potencial de crecimiento, debe realizar un esfuerzo mancomunado entre el sector institucional y el privado, ya que aún existen brechas que pueden retrasar el avance. En otras palabras, esta brecha digital separa a aquellas personas de clase media o alta que cuentan con un computador en casa y conexión a internet, sobre personas con menos recursos que no pueden costearse equipos y conexiones. Una brecha que, sumada a la alta informalidad laboral, impide el teletrabajo.
Como lo referenció Diego Molano Vega, exministro TIC de Colombia, “aproximadamente el 70% de los ciudadanos de América Latina están conectados a internet y esto es una buena noticia. Pero cuando preguntas en qué condiciones, la respuesta es preocupante: la gran mayoría tiene una conexión a través de smartphone y el plan de datos es prepago”; si extrapolamos las cifras a Norte de Santander, estas no son alentadoras.
Ahora bien, existen iniciativas de algunos entes territoriales de subsidiar planes de conectividad a internet en los hogares, lo cual podría generar grandes beneficios sobre todo a nivel educativo, pero deben buscarse mecanismos para llevarlo también al sector productivo, conectar a las Mipymes y capacitarlas en su transformación digital y la implementación de soluciones tecnológicas para mejorar su productividad.
Esto sumado a la iniciativa del Cluster Nortic, con el apoyo de entidades del orden nacional y regional, podría generar las soluciones para que muchas empresas que hoy se ven ad portas de cerrar sus almacenes físicos, encuentren una salida rentable para seguir adelante.
No obstante, es importante no dejar de lado lo dicho por Diego Molano: La educación y el talento son las claves para combatir este lastre regional. Necesitamos cuatro tipos de talento: licenciados en carreras tecnológicas (programadores); profesionales con habilidades cercanas al ingeniero de cómputos; más mujeres, no solo por política inclusiva, sino porque ellas tienen habilidades de transformación; y líderes con la capacidad de transformar.
En este momento, en el que la educación universitaria se ha virtualizado ciento por ciento a causa de la pandemia y que desde la Gobernación de Norte de Santander se ha realizado un gran esfuerzo para financiar la matrícula de los jóvenes, se deben también dar estímulos para que más personas se vinculen a este tipo de carreras TIC y estrategias para que desde la academia las mujeres tengan un papel más protagónico.
Es la oportunidad para las empresas micro, pequeñas y medianas en el auge de la economía digital, ya que representan el 99% de la base empresarial y más del 80% de los empleos del país.
La Cuarta Revolución Industrial, según Schwab, supone un cambio radical en el sistema productivo y en el modo en que nos relacionamos unos con otros. Ya ha comenzado, pero su avance será cada vez más rápido.
1 comentario en “La cuarta revolución industrial y la transformación digital”
Muy importante. Todos los entes tanto públicos como privados pueden ayudar al impulsos de estas nuevas tecnologías, enfocar en los establecimientos de estudio tanto públicos como privados, todas las herramientas y el tiempo necesario para que Colombia salga avante ante estas necesidades del mundo globalizado y que la pandemia ha generado un impulso casi que obligatorio hacia las *TIC.* Ojalá en Hilos de plata se nos permita de alguna manera poder participar en algo de dicho proceso.