Hoy: Vie, abril 18 2025

LA VIRGEN MARÍA Y SU INSPIRACIÓN

No podía dejar pasar este mes sin hablar de la devoción que despierta en tantos colombianos la Virgen María. Y es que, en julio los católicos conmemoramos las manifestaciones de Nuestra Señora en el Monte Carmelo, Israel y en Chiquinquirá, Colombia.

Conocer los orígenes de estas celebraciones renuevan la fe y nos motivan a conocer más sobre ese mundo que Dios quiere que conozcamos y al que somos tan esquivos. La Virgen María con sus signos de amor, nos invita a conocer verdaderamente a Su Hijo. Ella no busca ser protagonista, solo quiere contagiarnos de su infinita fe.

Debemos recordar que es la misma Virgen María, a la que los fieles le damos el nombre del lugar en el que se presenta. Hablemos entonces de las celebraciones que tuvimos en Su honor en julio:

La Virgen de Chiquinquirá

La historia de esta devoción comenzó en 1560 cuando el caballero español Antonio de Santana le pidió al fraile dominico Andrés Jadraque una imagen de la Virgen María para colocarla en la capilla de Suta. Fray Andrés viajó a Tunja para pedirle la imagen al pintor Alonso de Narváez, quien realizó la obra sobre un lienzo de algodón de 1,26 x 1,13 cm., tejido por los indígenas con mezclas de tierra de colores y zumo de hierbas y flores. Como en el lienzo sobraba espacio, el artista pintó al lado derecho a San Antonio de Padua y al lado izquierdo pintó a San Andrés, apóstol. Con el pasar del tiempo la imagen fue olvidada y se fue deteriorando.

Sin embargo, en 1585 llegó a Tunja la española María Ramos, cuñada de Antonio Santana, quien encontró el lienzo con la imagen de la Virgen, lo recogió, lo limpió y lo puso en el mejor lugar de su oratorio donde todos los días oraba a la Virgen pidiéndole que se manifestara. Un día cuando salía de su oratorio, una mujer indígena que pasaba por el lugar le advierte que algo ocurre en el lugar, cuando María Ramos mira la imagen, se da cuenta que el lienzo de la Virgen estaba en el suelo y despedía una luz que enceguecía: ¡la pintura se había renovado ante sus ojos!

La noticia de este milagro se propagó rápidamente y desde entonces se le rinde tributo; incluso los héroes de la Independencia como Simón Bolívar, fueron al lugar a pedir su intercesión.

La Virgen del Carmen

Hacia el año 1200, un grupo de peregrinos procedente de Italia, decidió construir un templo dedicado a la Virgen María en el Monte Carmelo (actualmente ubicado en Israel). Estos devotos formaron la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, una comunidad que vive en oración y pobreza.

En 1251, la Virgen se le apareció en este lugar a san Simón Stock, un miembro de esta Orden al que le entregó un escapulario y le dijo: “Toma, hijo querido, este escapulario; será como la divisa de mi confraternidad, y para ti y todos los carmelitas, un signo especial de gracia. Quien quiera que muera portándolo, no sufrirá el fuego eterno”.

Si bien los frailes carmelitas tuvieron que huir del lugar a causa de una invasión islámica, esta devoción se expandió por el mundo. Hoy, el amparo a la Virgen del Carmen es una de las devociones con más arraigo en Colombia.

Estas son solo dos de las apariciones más populares que celebramos en nuestro país, pero los invito a conocer un poco más sobre la Virgen de la Milagrosa y su Medalla, la Virgen de Fátima, la Virgen del Buen Suceso, la Virgen de Guadalupe, la Virgen de Medjugorje… Pero además, es maravilloso conocer un poco más sobre las vidas inspiradoras de tantos cristianos católicos como: el Padre Pío, Santa Juana de Arco, San Chárbel Markhlouf, Santa Ana Catalina Emmerick…

Estas apariciones de la Virgen María nos recuerdan que Dios es todopoderoso, que es real, que vive y que, así a nuestra limitada mente le cueste creer, es sobrenatural.

Catalina Escobar

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