Hoy: Dom, mayo 18 2025

LA NUEVA IDENTIDAD

Existe un gran problema en nuestra ciudad, San José de Cúcuta, y en nuestro departamento, Norte de Santander, diferente a lo que la mayoría de habitantes percibimos; no es la corrupción ni la informalidad, tampoco el desempleo y mucho menos la inseguridad; no es la falta de compromiso político o la ausencia del estado en la frontera; se trata de algo intangible, algo que no podemos ver a simple vista y no podemos tocar; algo mucho más valioso para cualquier habitante y oriundo de algún lugar, algo que en muchas ocasiones hemos identificado y sentido cuando salimos de nuestra tierra, cuando estamos en otras ciudades, cuando somos visitados por extranjeros y forasteros de otras partes. La falta de identidad con nuestra ciudad; cuando me refiero a la identidad, describo el honor y honra del norte, hablo de ser caracterizado por ser fuerte, rudo, valiente, con gran temperamento, poco influenciables, con costumbres claras y rasgos bien definidos; cuando hablo de la identidad de los nortesantandereanos podemos decir que somos únicos y diferentes a las demás regiones.

 

Recuerdo aquellas anécdotas que hablaban los abuelos en medio de una partida de dominó, o reunidos alrededor de un viejo radio, a son de baladas, corridos, carrileras, rancheras y boleros; conversando acerca de cómo nuestra ciudad era un lugar próspero en aquellas épocas; un lugar que era el centro del desarrollo económico nacional, el foco de la industria, del intercambio comercial, del progreso del país, del honor que se sentía ser de tierras motilonas, ser de esta tierra nortesantandereana con una historia de resiliencia, cooperación y de sobrevivencia; tierras bendecidas con minerales, con suelo fértil y con riquezas incontables. ¿Cómo podemos volver a sentir amor por esta tierra indígena y campesina?, ¿Cómo recuperar algo tan nuestro que se está perdiendo? Nuestros próceres defendieron un sueño de libertad, conservaron tradiciones y costumbres; ellos, que defendieron la identidad noble, leal, valerosa y brava de los nortesantandereanos, que lucharon por librarnos del sometimiento español, del yugo burgués y del dominio extranjero.

 

Tenemos la opción de volver a defender lo nuestro, lo que por sangre y tradición nos pertenece, por ser libres y autónomos, por no dejarnos callar y manipular, por ser fuertes en el habla y en ser apasionados al expresarnos, como buen regionalista manoteador y sin tapujos, por defender la tierra por la cual nuestros antepasados dieron su vida; y sobre todo, por lo hermoso que se siente ser de esta región, ser un nortesantandereano.

 

Nosotros como jóvenes, como líderes, como ciudadanos, como el futuro de nuestra ciudad, región y del país, tenemos la obligación de luchar por una nueva independencia, no con armas, ni con violencia, no sometiendo al que piensa diferente a nuestros ideales, ni derramando sangre de nuestros hermanos. Nuestra independencia es con ideas, con propuestas, con voz y con votos, debemos recuperar nuestra identidad, defender lo que nos pertenece, nuestros recursos, nuestra tierra, nuestro campo, nuestras riquezas, nuestro ambiente; independizarnos de los que quieren lo que tenemos, los que quieren manejarnos y manipularnos, de los que quieren apropiarse de lo que por historia y tradición nos pertenece.

 

Como cucuteños, comprometámonos en luchar por nuestra ciudad, en defender nuestros recursos, en ejercer control y vigilancia, en cambiar nuestro pensamiento y generar conciencia crítica sobre nuestra región y nuestro departamento, en mostrar la belleza de nuestras ciudades, de nuestros pueblos y corregimientos, en apropiarnos de nuestra historia y destacar nuestra cultura. Debemos sentirnos tan orgullosos de nuestras raíces; así como lo son los paisas, los costeños, los opitas, los boyacenses y tolimenses con su tierra.

 

Nosotros llevamos a cada lugar que pisamos un pedacito de nuestra región, nuestra cultura y nuestra identidad, démosle la dignidad a nuestro pueblo, entreguémosle al mundo la belleza del nortesantandereano y del cucuteño; y sobre todo, cuidemos y protejamos nuestro terruño, nuestro hogar y nuestra morada.

¡Somos cucuteños, somos nortesantandereanos, capaces, bravos, arrechos y berracos!

¡Recuperemos la nobleza, lealtad y valerosidad de nuestra bandera roja y negra, recuperemos la braveza de ser del Norte, recuperemos nuestra identidad! ¡No sea toche!

HEYDER HAZZAM GALLEGO, Ingeniero civil, líder juvenil. Consultor, investigador y analista político.

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