Hoy: Lun, marzo 17 2025

PURO CENTRO

Renegar de los principios y de lo que se cree parece ser la moneda de cambio de los partidos políticos, más como estrategia electoral que como creencia profunda de los mismos, pasa en la izquierda y en la derecha. Todos le huyen a cualquier calificativo que los identifique, van por más y olvidan lo que tienen. No hay, en la actual contienda electoral, un partido político o candidato que se autodefina de izquierda o de derecha; todos son centristas, unos son la centro izquierda, otros la centro derecha, y no falta, claro, el centro-centro, y de ahí toda la infinidad de maromas discursivas que se pueda uno imaginar. Por último, están los que no son nada, los que dicen que esos temas no importan en política, que son temas de los medios y de académicos que no conocen la realidad.

Lo cierto es que desde hace tiempo los partidos se han vuelto amorfos, unos por estrategia y otros por simple inercia electoral. En el caso particular de los partidos de derecha, es clara la cartelización de los partidos tradicionales, como el Partido Conservador, que no tiene vocación de poder desde hace ya más de dos décadas, y que se limita a la representación burocrática en el Estado. Hoy no hay un líder de opinión del conservatismo que esté defendiendo la tesis del partido, todos son pigmeos en cuanto a la defensa de principios, pero gigantes para la organización de clientelas. Como diría alguna vez Álvaro Gómez, “en Colombia hay más conservadores que Partido Conservador”.

Con el letargo y el anquilosamiento del Partido Conservador, el Centro Democrático vino a recoger las banderas de la derecha en el país, se convirtió en los últimos 8 años en la colectividad que recogió el sentir de un grupo significativo de ciudadanos que se identificaban con unos valores y unos principios que se podrían llamar de derecha, pero que desde la elección de Iván Duque como candidato,  el ejercicio de gobierno desarrollado por este, y las posturas que ha tenido el partido y su cabeza visible, el expresidente Álvaro Uribe, ha ido perdiendo el norte de la representación política, adoptando posturas dubitativas y vergonzantes frente a temas que eran de la matriz de la derecha en Colombia: eligieron con los votos de la derecha a Iván Duque para que representara, como él mismo lo dijo, al “puro centro”.

Al no haber un partido que polarice el escenario político hacia la derecha, el centro parece imbuir a los partidos de derecha, es decir, los atrae, los predispone o inclina al centro, como sucedió en España con el Partido Popular, el cual cada vez giró más hacia el centro al no tener partidos de derecha que le compitieran los votos de esta y su base ideológica. Esto propició el surgimiento de VOX, el cual vino a polarizar el espectro ideológico hacia la derecha, haciendo necesaria la toma de postura frente a los votantes de derecha de partidos que ya no los representaban, pero seguían contando con sus votos.

En el caso colombiano, con la vuelta de Salvación Nacional en cabeza de Enrique Gómez Martínez, el cual tiene un discurso claro, sin pena, ni titubeo, que él mismo define como de derecha, puede que se genere ese proceso que hemos visto en otros países de polarización del espectro político hacia la derecha, aunque falta mucho camino para ver si esto ocurre o no. Lo que es claro es que las ideas tarde o temprano encuentran quién las represente, y hoy en Colombia la derecha esáa huérfana. Es cuestión de tiempo para que surja un movimiento o partido que recoja sus banderas.

Sebastián Suárez Ojeda Estudiante de Ciencias políticas de la Universidad de Antioquia. Analista político en radio y televisión. Twitter: @sebaspolitologo

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