SIN EXTREMOS, SIN EXCESOS… LA JUSTA MEDIDA

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En la vida es muy importante la justa medida, ya que todos los extremos y excesos resultan perjudiciales. Corremos el riesgo de perder la perspectiva y el control cuando nos encontramos en el límite de cualquier situación, ya sea en términos de emociones, hábitos, pensamientos o acciones. Por ejemplo, hay momentos en que una persona se siente extremadamente triste y puede caer en depresión, perder el interés y desmotivarse hasta el desconcierto; de otro lado, hay euforias y dichas exageradas que pueden llevar a comportamientos desenfrenados con consecuencias inesperadas.

Cualquier exceso en términos de salud física y mental puede ser peligroso. Si no tenemos hábitos saludables, dormimos poco, no hacemos ejercicio, ingerimos alcohol, entre otras cosas, podemos impactar gravemente nuestro cuerpo. Del mismo modo, si llevamos nuestra mente al extremo con pensamientos negativos, con angustias y preocupaciones desbordadas, sufriremos de ansiedad, estrés y otros desórdenes mentales que en nada nos ayudarán a ver claro o a encontrar soluciones.

Cuando alguien se encierra en sí mismo y no comparte emociones ni situaciones, se excede y puede terminar confundido, viviendo en un mundo oscuro, falso o poco placentero. En temas amorosos, si en una relación de pareja alguno es excesivamente posesivo, lo que aflora es inseguridad y desconfianza, situación que lleva a juzgamientos peligrosos que hacen daño.

Un individuo que se excede en las labores y no delega, que adicionalmente actúa en su vida más en función de solucionar la de los demás que la de él, pasa de la responsabilidad plausible a la exageración distorsionada, alterando la verdadera esencia.

Una persona que, por su nivel social, posición política o condición privilegiada, abusa del poder y lo utiliza a su conveniencia y a costa de lo que sea, en el momento menos esperado, recibirá el impacto de sus actos extremos.

Derrochar, aparentar, juzgar, son algunos comportamientos equivocados que llevan a excesos con efectos lamentables.

Como conclusión, nunca es tarde para encontrar el propio equilibrio. Es sano hacer un alto en el camino y analizar nuestros actos para saber si estamos llegando al límite y tomar acciones oportunas que nos conduzcan a una vida plena y armoniosa.

 

…UNA VIDA EN LA JUSTA MEDIDA…

Claudia Uribe

118 comentarios en “SIN EXTREMOS, SIN EXCESOS… LA JUSTA MEDIDA”

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