Hoy: Lun, marzo 17 2025

¿Cómo se debería ejercer la medicina?

Nuestros abuelos pueden dar fe de que ir al médico era un acto solemne. Al igual que hoy, acudían en búsqueda de ayuda para solucionar sus dolencias y malestares. Al llegar al consultorio, los pacientes se encontraban con un personaje sobrio, serio, que generaba respeto. Se establecía una relación médico – paciente de tipo paternalista, donde el criterio del galeno era irrefutable y cada indicación se seguía al pie de la letra. La actividad médica de aquel entonces no solamente se limitaba a las cuatro paredes del consultorio, sino que trascendía a nivel social; los médicos de cabecera tenían un papel importante dentro de las familias, actuaban como amigos y consejeros, desarrollaban fuertes vínculos de confianza y respeto con sus pacientes.

En la actualidad, los jóvenes que sueñan con convertirse en discípulos de Hipócrates en muchas ocasiones no tienen claro el compromiso y significado de ser médico. Algunos ingresan a las facultades de medicina por el deseo de reconocimiento social, admiración o respeto; otros, por la falsa creencia de que la medicina los hará millonarios y mejorará su situación socioeconómica. Pero pocos jóvenes son conscientes de que nuestra labor, más que una profesión, es una vocación, un estilo de vida en el que realizamos, en muchas ocasiones, sacrificios personales y familiares para ofrecer una atención de calidad a nuestros pacientes.

Con el transcurrir de los años, el ejercicio profesional de la medicina en Colombia ha tenido una evolución tórpida a causa de muchas razones, entre ellas, la promulgación de la Ley 100 de 1993, la cual ofrece la universalización de la salud en nuestro país, pero sacrifica la honra de la labor médica. Por medio de esta ley, se estableció una verticalidad en el sistema de salud, en la cual las EAPB (Entidades Administradoras de Planes de Beneficios – antiguas EPS) son dueñas a su vez de las Instituciones Prestadoras de Servicios (IPS), conformando un negocio redondo en el tema sanitario nacional. Este negocio es muy rentable, a pesar de la corrupción por los desvíos de los recursos de la salud destinados por el Gobierno Nacional, logra llegar una cantidad importante de dinero a las arcas de las EAPB, sin embargo, estas restringen los presupuestos de las IPS, obligan al personal médico y paramédico a atender a los pacientes en consultas de corta duración, pero de las cuales exigen alta calidad científica y humana. Todo este escenario contribuye al detrimento en la prestación de los servicios de salud a nuestros pacientes, debido a la gran burocracia de este sistema sanitario, la asignación de citas, la toma de exámenes y la realización de cirugías se ha convertido en toda una odisea para los usuarios.

Para finalizar, queda por resolver el interrogante que me motivó a escribir este artículo: ¿cómo se debería ejercer la medicina? Para comenzar, quiero citar las palabras del doctor William Osler: “El buen médico trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad”. El médico requiere, en esencia, vivir con pasión su profesión, disfrutarlo y fortalecer el espíritu académico encaminado en la búsqueda constante de actualizar sus conocimientos para el beneficio de sus pacientes. Además de estas características, debe desarrollar ciertas habilidades como la ética, la compasión, la empatía y la responsabilidad social. Su motivación diaria para ejercer la medicina no puede ser el dinero. Debemos tomar la ciencia médica como un arte, en el que, con el paso del tiempo, vamos perfeccionando nuestra obra con base en las experiencias adquiridas. En conclusión, para desempeñar esta ardua, pero grata labor, el buen médico debe ser primero un buen ser humano.

Dr. Carlos Felipe Peñaranda Henao

Oftalmólogo Retinólogo

147 comentarios en “¿Cómo se debería ejercer la medicina?”

  1. María Claudia Peñaranda

    Que orgullo y satisfacción da leer a estos jóvenes, inquietos por el rumbo que ha tomado nuestra sociedad donde la Ética, la palabra, la honradez, el profesionalismo, se han ido perdiendo por el afán de hacerse ricos en un par de años, de tener poder y ser llamados “doctores” . Pero no todo está perdido, muchos han podido aprender del buen ejemplo que tenemos los padres de
    darles y hoy se cuestionan, estoy segura
    que serán capaces de demostrar que siempre actuar rectamente será la opción para salir adelante.

  2. buen articulo Carlos Felipe, no niegas tu ADN que heredaste, médicos con vocación de servicio no de lucrarse, que siempre han visto al paciente como dices como una persona . Muchos éxitos en el ejercicio de tu profesión vas a tener, con esa forma de pensar.

  3. Sublime Dr. Carlos, estás resaltando premisas importantes en la medicina actual, lamentablemente las entidades han perdido el sentido de pertenencia y el foco por lo que realmente es válido-benéfico para los usuarios, buscan intereses propios que entorpecen y dañan los principios del buen servicio de la salud…

  4. Mejor dicho imposible Dr Penaranda. Lo felicito por su evidente entrega, compasión y entendimiento a la situación actual de la medicina en Colombia y situación muy similar de otros países Latinoamericanos.

    1. Puras verdades, excelente artículo Doctor Peñaranda, no entiendo cómo no se han realizado las reformas estructurales al sistema de salud si por todos son conocidas sus equívocos y debilidades.

  5. Felicitaciones Dr Carlos, el humanismo en el servicio se perdió, cuando empezó a ser más importante la cantidad de pacientes atendidos, que la cantidad de pacientes salvados o recuperados.

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