Hoy: Lun, marzo 17 2025

Ojos ciegos y oídos sordos a la corrupción en Cúcuta. ¡A despertar señores!

Durante una entrevista grupal para entrar al pregrado en Ciencia Política en mi proceso de aplicación a las universidades, nos preguntaron a mis compañeros y a mí cuál considerábamos era el tema político más importante de Colombia. Para la época se acababa de develar la noticia sobre las negociaciones exploratorias entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, por lo que las otras dos personas con las que estaba coincidieron en que esa era la novedad del momento.

Yo objeté sin dudar. Para mí, el tema más importante en la política colombiana es y siempre ha sido la corrupción. Expresé, en un momento donde mis conocimientos teóricos eran demasiado crudos, que el dilema era que escuchábamos muchos escándalos sin solución y las noticias sobre este flagelo eran tan frecuentes, que ya se había normalizado en nuestro país. Todo se anunciaba y se quedaba en el aire. Me recuerda al Procurador General de la Nación, que sale cada tanto a anunciar investigaciones, pero de resultados, pocón pocón.

Hoy en día sigo pensando lo mismo y sigue pasando lo mismo. A pesar de que, en algunos sectores del país, sobre todo en la capital, donde ahora resido, las personas son más conscientes en la necesidad de denunciar y demostrar estas situaciones, en Cúcuta nos pasan de frente y siguen derecho sin problemas. No hemos reaccionado.

Es muy triste e impactante escuchar a muchos cucuteños decir a viva voz y con nombres propios quiénes son los que llevan décadas robándose las arcas de la ciudad y el departamento con sus acciones corruptas. Saben incluso cuánto es el porcentaje de la “coima”. Reconocen, en sus propias palabras, que estas personas “se pasean por la ciudad en las camionetas que pagan con la plata que se roban de los contribuyentes”, mientras las obras que hacen y los proyectos que llevan a cabo para las entidades territoriales y otras instituciones están incompletas o se nota que la contratación se hizo aún sin necesidad. Cada vez que voy a Cúcuta, veo con dolor muchos elefantes blancos pastando por la ciudad, y si busco en internet, encuentro hasta mamuts por ahí.

Quiero estrenar este espacio, para pedirles a todos los nortesantandereanos que no normalicen más la corrupción. No es normal que la plata que nosotros paguemos en impuestos se reparta descaradamente entre políticos, burócratas, contralores y contratistas. Sé que muchos dirán la frase que se repetía tanto en la época más dolorosa de la ciudad bajo la alcaldía de Suárez, “que roben pero que hagan”. No, no y no. Este tipo de afirmaciones corresponden a la gente ignorante y que posee poca educación, y por ende poco conocimiento sobre los estándares éticos y morales con los que se debe dar manejo a los recursos públicos. Esa no es la plata del bolsillo de cualquiera. Es la plata suya, la mía, la de su papá, de sus hijos. Es la plata de todos, que todos ponemos de nuestro esfuerzo laboral para que alguien nos la administre y la ejecute transparentemente. Todavía me parece increíble que los cucuteños de “alta alcurnia”, que se ufanan de ser lo más ‘play’ de la ciudad, no tengan claro esa máxima tan sencilla para el funcionamiento más básico de la ciudad. Hasta el último centavo es sagrado y no podemos permitir que se lo echen al bolsillo, al menos no con tanto descaro y facilidad.

En el caso de lo que está sucediendo actualmente, y que como veo, esto pasa ya es por el desinterés de los ciudadanos, dormidos en sus vidas personales, olvidándose que las decisiones de los mandatarios nos competen a todos; ya el problema no son los contratistas ni los burócratas y gobernantes, que hacen sus chanchullos campantes y con toda la tranquilidad, sino los mismos ciudadanos que han permitido por tanto tiempo que lo hagan. ¿Por qué no pasar de la quejadera a la acción, y denunciar? ¿Vamos a seguir permitiendo complacientemente que nos roben en la cara? ¿Estamos condenados a eso?

Lo estaremos si nadie toma la decisión de emprender acciones ya.

Sylvia Sus Abrajim

Politóloga
Magíster en Ciencia Política y Asuntos Político-Electorales
de la Universidad de Los Andes. Asesora en el Congreso de la República.
Twitter: @sylviasus

148 comentarios en “Ojos ciegos y oídos sordos a la corrupción en Cúcuta. ¡A despertar señores!”

  1. John Jairo Restrepo Jaimes

    Apreciada Sylvia, lamentablemente es el ciudadano quien con su voto y actitud legitiman las acciones de quienes gobiernan. Felicitaciones por informar y denunciar las malas acciones de nuestra ciudad.

  2. Muy bien Sylvia, sería aún más interesante este tema a solucionar si por medio de una investigación rigurosa y pruebas a dos manos, se denuncien todos estos actos de corrupción de nuestra ciudad que se presentan y que seguirán siempre si no se les hace frente de esta forma, hay que pisarles la cola.

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