EL NUEVO LIBERALISMO Y SU COMITIVA DE LUJO EN NORTE DE SANTANDER

No se puede negar de ningún modo la huella y el vacío que dejó en muchos corazones aquel líder, Luis Carlos Galán, quien sembró esperanza e ilusión en los colombianos, un líder que logró enfrentar la corrupción y el narcotráfico en su mayor expresión, un líder que nunca pudimos ver gobernar y que seguramente, de no haber sido asesinado, nos habría dejado un país muy diferente. Hoy en día, el Nuevo Liberalismo ha resucitado bajo los mismos ideales y bajos los mismos principios, pero encabezado por nuevos líderes que prometen defender y proteger valientemente las bases de dicho partido, honrando la memoria de su líder natural y no dejando en vano el sacrificio de su vida, por lo cual vivió y murió.

A diferencia de la mayoría de partidos tradicionales en Norte de Santander, el Nuevo Liberalismo se encuentra en auge y recién devuelta su personería jurídica, ha logrado reconquistar y sumar apoyos de jóvenes, empresarios y ciudadanos libres, demostrando que va en crecimiento y ratificándole a sus seguidores que aún sigue de pie y con sus ideales intactos.

Sin duda alguna, muchos personajes han querido aterrizar en el Nuevo Liberalismo y cómo no, si es un partido prácticamente nuevo, sin manchas, sin investigaciones y sin escándalos de corrupción, es decir, un ‘escampadero’ ideal para quienes quieren huir de dichos problemas y venderse como candidatos alternativos y renovados, para no ser relacionados con los partidos de siempre, ya desprestigiados y sin credibilidad.

Con una lista de lujo, como muy bien lo supo decir el mismo Juan Manuel Galán, candidato Presidencial por el Nuevo Liberalismo, en su visita a Cúcuta el pasado 12 de febrero, está cuenta con una baraja de candidatos inigualable, personas con un liderazgo envidiable y con varios años de labor social que demuestran claramente el tipo de intenciones con las que vienen realmente y que han demostrado de igual manera tener un amplio conocimiento de las necesidades de los ciudadanos o por lo menos de los menos favorecidos, pues por varios años han representado a las minorías, a comunidades con discapacidad, a grupos de madres cabeza de hogar, mujeres víctimas, comunidades LGTBIQ+, etc.

El Nuevo Liberalismo, con todos sus obstáculos y con tan poco tiempo, ha logrado construir y presentar una lista a la Cámara de Representantes totalmente incluyente y verdaderamente alternativa, donde se promueve la equidad de género y no solo como relleno, ya que en su mayoría son mujeres dignas de admiración y reconocimiento tanto por lo que han vivido y superado, como por su labor de reparación a comunidades ampliamente vulneradas.

En este nuevo proyecto del Nuevo Liberalismo no se mide a la gente por su capacidad de recoger y sumar votos a cualquier precio, sino por el contrario, el liderazgo y el empoderamiento de querer trabajar y conquistar personas cansadas de la realidad que atraviesa el país y preocupadas por el futuro del mismo, personas que realmente esperan un cambio y a través de este partido ofrecerles una política renovada, basada en el trabajo social, en la reparación y en la inclusión.

Los invito con esta columna a reflexionar, a interiorizar y a pensar detenidamente hacia dónde vamos o hacia dónde queremos llegar, a quiénes queremos apoyar y a quiénes les vamos a brindar la confianza y el voto, no vamos a avanzar hasta que no nos preguntemos y nos respondamos con sinceridad y dejemos de apoyar a los mismos de siempre que cada cuatro años prometen lo mismo y no hacen nada. Los invito también a conocer la lista que ofrece el Nuevo Liberalismo, renovada, joven e incluyente y que a pesar de no contar con recursos se ha dado a la batalla de luchar y pelear hombro a hombro por defender los derechos humanos y promover un cambio social dejando de lado la indiferencia y la apatía que cada vez más nos lleva al desespero y la miseria cuando vemos que los votos de las personas menos favorecidas son dirigidos y arrastrados por las grandes maquinarias para apoyar a los mismos politiqueros de siempre que juegan, disfrutan y se aprovechan de las necesidades del pueblo.