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Hoy, 7 de agosto

El 7 de agosto de 1819 se dio la batalla de Boyacá, que inició la recta final para la independencia total de la Corona española en el territorio de la Nueva Granada. Todo había iniciado días antes, en la batalla del pantano de Vargas, donde el ejército patriota, a pesar del cansancio y desgaste tras atravesar el páramo de Pisba, logró sobreponerse al imponente ejército español; consecuencia de esto, este último trató de replegarse a la ciudad de Bogotá, con el fin de recuperarse del golpe, además de reunirse con las demás tropas presentes en la capital del Virreino de Nueva Granada. Los patriotas, comandados por el general Simón Bolívar, el general Francisco de Paula Santander, José Antonio Anzoátegui, entre otros, decidieron aprovechar el ímpetu que en ese momento rondaba en las tropas, para asestar un golpe final a los españoles, golpe que debería darse antes de que estos lograran agruparse en Bogotá. Así pues, los patriotas lograron interceptar a los españoles en lo que hoy es el municipio de Ventaquemada, Boyacá, más precisamente en el puente que cruza el río Teatinos, a unos 29 kilómetros de Tunja, y librar la batalla que nos llevó a la independencia.

Son de conocimiento popular las diferentes historias de valentía del ejército patriota en estas últimas batallas por la libertad, como la de Rondón y sus lanceros, que viendo perdida la batalla, embistieron a las tropas españolas, después de pronunciada la famosa frase del general Simón Bolívar: “coronel, salve usted la patria”, lo cual obtuvo como resultado la retirada del ejército español.

Del mismo modo, lo es la del joven Pascasio Martínez que, pasada la batalla, y con el general Barreiro prófugo, tuvo la fortuna de toparse con este último, escondido en los territorios colindantes a la batalla; el general español, con la esperanza de salvar su pellejo, intentó sobornar al joven soldado, pero este último, demostrando su convicción en la causa patriota, rechazó el soborno y entregó a Barreiro, lo que le valió para ser ascendido a sargento.

Las precitadas historias de heroísmo y coraje nos hacen pensar en el ejército patriota, como una estructura homogénea, pero nada está mas lejos de la realidad, pues este estaba conformado por venezolanos, colombianos, mestizos, negros, indígenas, llaneros, santandereanos y otros del centro del país, cada uno con intereses propios y una idea diferente de lo que sería la libertad, lo cual no fue impedimento para que, en pro de un bien mayor, trabajaran en un objetivo común como era obtener la anhelada independencia, siendo esta la verdadera grandeza del ejército patriota.

A partir del momento en que queda declarada la independencia de la Nueva Granada, empieza nuestra historia de polarización: bolivarianos y santanderistas, centralistas y federalistas, conservadores y liberales, guerrillas y autodefensas, Uribe y Santos, el “sí y el no” del plebiscito, salud o economía, etc.

Así podríamos nombrar tantos ejemplos como existen desde la independencia hasta llegar a la Colombia actual, en la cual parece imposible lograr puntos de acuerdo para trabajar en temas de país, y no únicamente con la agenda política marcando el derrotero; incluso en la actual pandemia de la Covid 19, cuando se pensó que había llegado un punto común para trabajar mancomunadamente, se acrecentó la división entre los sectores políticos de gobierno y oposición.

Por ultimo yéndonos al evento mas reciente del panorama político del país: el fallo de la Suprema Corte de Justicia, ordenando detención domiciliaria al ex presidente Uribe, que si bien la izquierda lo quiso tomar como un golpe al uribismo y a la derecha, al parecer podría causar el efecto contrario, y llenar de brío a la derecha dura y al uribismo radical que parecían dormidos en los laureles durante los últimos años, logrando nuevamente marcar la polarización, esta vez  en cuanto a la justicia.

De la grandeza y la unión del ejército patriota para lograr la independencia, queda poco o nada por estos días; será darnos por bien servidos con haber alcanzado a independizarnos, por lo menos, una primera y última vez.

Santiago Soto Luna

Abogado especialista en Derecho Minero Energético
Universidad Externado de Colombia.
Twitter: @SantiagoSotoLun

110 comentarios en “Hoy, 7 de agosto”

  1. Cabe acá la pregunta, con qué fin se quiere el poder?. Allí es donde se vislumbran las principales tensiones desde la época independentista hasta los días actuales. Allí, en esa pregunta es donde hay que trabajar dónde hay que ser inteligentes para entender las necesidades de los actores como en la campaña libertadora pero implacable con aquellos que quisesen perpetuarse y se ponga el riesgo la democracia de la República.

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