Hoy: Dom, mayo 18 2025

REELECCIONES

Las instituciones en nuestra ciudad han sido presas de grupos que se han eternizado en ellas, producto de la debilidad en sus estatutos, reglamentos y sobre todo por la falta de exigencias por parte de los afiliados, agremiados, ciudadanos o socios a la hora de elegir y movilizarse para evitar que sean capturadas por grupos en la mayoría de los casos politizados que se atornillan año tras año y elección tras elección al poder y que como no tienen contrapesos, terminan desviando a esas instituciones de la misión para la cual fueron creadas.

Es por esto que instituciones como la Cámara de Comercio, algunos gremios y una que otra universidad, entre otras, han pasado de ser las abanderadas del progreso y el desarrollo de la región, para convertirse en roscas que privilegian el statu quo y la siguiente elección, en lugar de ponerse en los lugares de vanguardia que les corresponden como instituciones generadoras de progreso y de bienestar.

Qué lejos estamos de esa Cámara de Comercio de principios del siglo XX que trajo consigo el ferrocarril, la electrificación, entre muchos otros proyectos que redundaron en beneficios para todos. Hoy en día el triste espectáculo lo dan las peleas de unas juntas directivas politizadas que no logran ponerse de acuerdo para elegir presidente ejecutivo, con una serie de enfrentamientos personales y odios políticos detrás, que no permiten que la institución avance, y vemos pasar oportunidades de todo tipo en la llamada cuarta revolución.

Este mismo discurso se puede repetir en algunas universidades que ya no se destacan por la investigación o por producir egresados destacados a nivel nacional, sino porque escasamente logran unas acreditaciones que casi que son obligatorias, y por gastar sus presupuestos en costosas obras que no redundan en el beneficio de la academia, sino más bien en cosas cosméticas.

Como lo expresé al origen de la columna, considero que la culpa es nuestra, es decir, de los mismos afiliados, agremiados, ciudadanos o socios que pertenecemos a esas instituciones, y que no nos organizamos para exigir el respeto por las mismas y en algunos casos un cambio en sus estatutos para evitar las reelecciones por una segunda vez. La historia se ha encargado de mostrarnos a todo nivel, que una reelección puede permitirse en algunos casos en instituciones con la madurez suficiente y más si un primer período es bueno. Pero ya una segunda reelección, erosiona la institución misma, porque a quienes se les delega el poder, empiezan a corromper a sus electores muchas veces con prebendas para atornillarse y lograr una tercera y cuarta reelección.

En cualquiera de las instituciones acá nombradas está pasando eso hace muchos años. Miembros de juntas directivas, presidentes y rectores con varias reelecciones encima, y con muy pocos resultados para mostrar, más allá del favorecimiento a sus roscas. Tenemos que ser capaces de generar un cambio generacional y a la vez un cambio en los estatutos de nuestras instituciones para prohibir las segundas reelecciones por lo menos de forma inmediata. Si no, estaremos condenados a seguir el camino que llevamos. Esto por no hablar de reelecciones en los cargos políticos regionales, en donde a pesar de estar prohibidas de forma inmediata, se han logrado por interpuestas personas con los resultados ya conocidos por todos.

 

JUAN FRANCISCO YÁÑEZ D - Twitter: @juanfrayadel

152 comentarios en “REELECCIONES”

  1. Si señor toca poner el ojo con eso, se están perdiendo Miles de oportunidades que ofrece hoy el mercado mundial por tener esas organizaciones con sus dirigentes anquilosados en el tiempo y el poder y no dejan que las cosas caminen hacia el futuro, el bien común ha dejado de existir para convertirse en solo el bien particular

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